¿Por qué ya no se implican como antes?
La importancia de la motivación de los empleados es un bien en la productividad de la que millones de empresas han adquirido conciencia.
Si la motivación de tus empleados se basa en no perder el puesto de trabajo y/o seguir cobrando un salario, sin más, tienes un problema. Esto te pasará factura a medio y largo plazo, sobre todo de cara a la imagen que estás proyectando hacia tus pacientes, entre otro cientos de cosas.
Por eso tomar las riendas con prontitud evitará que este tipo de situaciones se enquisten, haciéndose cada vez más complicadas.
Aunque parezca una labor compleja, tienes la capacidad de influir en la actitud de tus trabajadores, por eso las reuniones de desempeño y tener a alguien ávido en el equipo que se encargue de detectar este tipo de señales es fundamental.
Las condiciones laborales deben estar basadas en la personalización, porque aunque hay elementos comunes o generales, cada empleado tiene unas necesidades concretas y probablemente únicas. Si somos capaces de, a través de una buena comunicación con ellos, ahondar en la semilla de su felicidad, tendremos la llave de la productividad de nuestra empresa, que se convertirá en resultados. La potencia de una clínica dental puede variar radicalmente al alza cuando el equipo actúa como tal, como equipo, y existe la creencia de que el bien de la empresa le afecta positivamente.
Y no, no hablamos de salario, porque aunque esto parezca la base de su bienestar, si haces una encuesta verás que probablemente el 70 u 80% de tus empleados te dirán que valoran un buen clima laboral por encima del salario.
Si bien es cierto que por supuesto la economía es importante, quizá debamos fijar sus metas en una política por objetivos, donde los trabajadores sean incentivados por conseguir lo que necesitan, lo que tú necesitas. Sin una gran ambición, pequeños logros que sean totalmente viables.
5 señales para detectar la desmotivación de tus empleados
- Evadir responsabilidades. Si en tu clínica sigue habiendo un montón de tareas que van de lado a lado sin que nadie las haga, déjanos decirte que tienes un problema. Tu equipo ha caído en la llamada «apatía del testigo» y en el «Ya lo hará otra persona, así me evito problemas». Empieza a asignar responsabilidades a personas concretas, con fecha y hora.
- Quejas, quejas y más quejas: Está claro que todos nos podemos equivocar, pero ¿de verdad todo se está haciendo mal?. Sinceramente, lo dudamos mucho. Esta es una señal evidente de que tus trabajadores te están pidiendo un cambio a gritos, y debes actuar ya. ¡Que salten las alarmas! Reunamos al grupo para ver si todo el mundo piensa igual.
- Escasa concentración: El “no das pie con bola” es un signo más que evidente de que la cabeza no está en el trabajo al 100%. La situación puede ser puntual, y no todos somos capaces de olvidar nuestras historias personales cuando pasamos por la puerta de la clínica. Por ello debes poner a prueba tus dotes de comunicación y empatía para tratar de entenderles y ayudarles a recuperar su mejor versión. Forma parte de esos pequeños detalles que hacen que el clima laboral mejore.
- Falta de iniciativa: Dar con trabajadores capaces de proponer nuevas ideas es un tesoro. Pero cada persona tiene sus virtudes, y no todo el mundo termina siendo proactivo. Eso es algo que debiste valorar en la primera entrevista. Pero si tus trabajadores empezaron con iniciativa y han cambiado su actitud, deberás detectar el motivo para que no suponga un problema a largo plazo en tu crecimiento.
- El exceso de conformidad: Quizás te resulte algo extraño, pero cuando has perdido la motivación totalmente ya no les das importancia a tu empleo. Un trabajador en estas condiciones ya no tiene la capacidad de remar en tu misma dirección, por lo que probablemente ya tenga un pie fuera de la empresa. Si sabes que hay descontento pero ya no tiene fuerzas ni para quejarse, lo has perdido.
Rescata la mejor versión de tu equipo.
Hay algunos básicos que puedes empezar a hacer para cambiar el ambiente laboral de tu clínica dental:
- Mantener un trato cercano, de tú a tú con los trabajadores, donde se sientan cómodos para charlar de forma abierta.
- Escuchar y valorar sus opiniones es muy importante. Siempre habrá tiempo de evaluarlas después.
- Establecer objetivos comunes, para crear el sentimiento de equipo.
- Explicar por qué se toman las decisiones, que nadie se quede con dudas. Hazles partícipes del por qué de las decisiones y no seas un padre que dice «porque yo lo digo».
- Preguntar por sus inquietudes y metas. No todo es salarial. ¿Cómo vas a saber qué necesita si no le preguntas?
- Pregúntales qué esperan de ti y diles lo que esperas de ellos.
Y saliendo de lo estrictamente básico, es importante hacer reuniones de desempeño, tener una política de incentivos por objetivos clara y realizar actividades en grupo o de teambuilding.
Recuerda que esto es el bien común y a la larga los resultados son impresionantes.